domingo, julio 08, 2012

Hasta el fin.


Quiero que sepas que hoy puedo terminar con esto, me hacía sentir jodidamente bien y mal lo que estaba a punto de hacer.


En plena fiesta, me abrí paso entre los invitados y fui directo a él, entre el ensordecedor bombo y clásico "tss-tss" de un duro electrónico grite ¡Sabes lo que quiero! Ahora la multitud daba cuenta de mi presencia. ¡Sabes a que he venido! - dije en voz alta mientras sacaba una pistola. Ahora la multitud retrocedía invadida por el miedo.


¿Qué es lo que quieres? - me preguntó con una sonrisa burlona, como si supiera que apenas podía mantener firme el arma.


Disparar, matar. Eso fue lo que pensamos al mismo tiempo. Hubo un ruido muy fuerte y sentí el impacto de los disparos y mientras me tambaleaba le dí, su cuerpo cayó hacia atrás manchando de sangre el piso y a los que le rodeaban. Yo seguía de pie pero me encontraba muy mal. Entonces perdí el conocimiento.


Lo que me despertó fue el dolor la falta de aire, me dolía el pecho y no podía ver nada, en las sombras sólo veía destellos de violeta y verde.


Escuchaba voces muy cerca, casi encima de mí. Lo comprendí en una fracción de segundo, estaba encerrado en un cuarto, sentado en una silla de madera, escuchaba voces, al parecer mis captores discutían por mí. Deseaba estar lejos de allí, pensaba ¿No podría irme a un millón de kilómetros de distancia?


Mis pensamientos viajaron al pasado, cuando la conocí.


Jueves por la noche, catorce de junio, once de la noche. Todo fue en ese bar, "Underground" se llamaba. La había visto un par de veces y  una que otra de mis amigas la conocían, algunas ocasiones insistí en que quería conocerla, pero siempre era lo mismo: "ella no es legal" me decían, "no es bueno que pienses en ella" me advertían.


Antes de hacer nada y con ayuda de un amigo le robe un montón e hicimos parecer que todo fue obra de algún rival, con ese dinero te podrías ir lejos, ser libre.


Se abrió una puerta, vi un poco de luz mientras alguien bajaba las escaleras, se detuvo frente a mí, me pregunto por ti y por qué había hecho todo esto. Nunca lo sabrán -dije. Lo último que sentí fue un arma en mi sien.


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